domingo, 18 de enero de 2015

Primeras impresiones



Cuando bajé del avión, antes de entrar al Aeropuerto, en la pista de aterrizaje ya pude respirar el CAMBIO...


Después de recoger el equipaje, me estaba esperando un hombre con el típico cartelito con mi nombre, ¡qué ilu! jejeje, siempre he querido que alguien me esperara así. Aunque ya me pasó algo parecido, en la India, cuando en medio de una estación abarrotada de gente, un hindú me buscaba con un cartel que decía: "Mofles", enviado por mi hermana que me esperaba en el hotel ^^.

Al montar en el coche, como nos pasa a todos cuando llegamos a un país donde se conduce al revés, me fui a sentar en el asiento del conductor, juju.  
Llegamos al centro donde trabajan (y yo trabajo ahora) y conocí al resto de voluntarios y la directora, con quién tuve la entrevista por Skype y con quien me he comunicado todo este tiempo.
 Y a pesar de no poder decir dos frases seguidas en inglés, estaba tranquila y cómoda con la nueva gente. 

En cuanto localicé a la voluntaria con quien me había estado hablando días antes y que me había explicado muchas cosas, la abracé y ella se encargó de mi en todo momento. 

Me enseñó todo el lugar de trabajo y después nuestro piso, porque vivo con ella (es alemana), otro chico alemán y otro chico chipriota. 
El piso me decepcionó bastante, es feo, estaba guarrete... Para que nos vamos a engañar, esperaba un piso con encanto, aunque fuera viejo, pero que los voluntarios le hubieran dado ese toque que lo hiciera acogedor y agradable, pero no era así, esperaba una habitación chula, con vistas y lo único que podía ver es una pared a pocos metros, porque da a un patio interior. Pero como dije anteriormente, no puede ser todo perfecto. Intentaré hacer lo que pueda por mejorar este espacio que es ahora mi hogar.

Mis primeras horas, y mis primeros días en Malta fueron mucho mejor de lo que esperaba.
Estaba convencidísima de que iba a ser duro, de que lo iba a pasar bastante mal por el idioma, que me iba a sentir sola, perdida, descolocada, insegura, que iba a echar mucho de menos a mi familia. Pero me equivocaba, me he sentido cómoda en todo momento, tranquila, fuerte, contenta y muy positiva. Echo de menos a los míos, claro que si, pero les siento cerca.

Todo esto me ha sorprendido muy gratamente y puedo decir bien alto que me siento muy orgullosa de mi misma, por haber dado este paso y por lo bien que lo estoy llevando.

No puedo negar que me siento muy inútil con el idioma, pero tengo paciencia y confío en que, aunque me cueste especialmente a mi, lo iré aprendiendo.

Y mi primera impresión de Malta fue tal y como me esperaba, maravillosa :), me encanta este país desde que hace meses sentí su llamada y ahora que estoy aquí siento que no podía haber elegido mejor lugar, es precioso y tiene todo lo que necesito, es perfecto para mi.

Estoy tan contenta...

=)

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