viernes, 16 de enero de 2015

Introducción (o antecedentes a mi nueva vida en Malta)



He sobrevivido a la primera semana, así que creo que es momento de empezar a compartir...



Contaré mi experiencia desde el principio, más de 4 años atrás, cuando empecé a plantearme hacer un Servicio de Voluntariado Europeo.

Conocía este tipo de proyectos porque mi hermano realizó el suyo hace 15 años, cuando él tenía 25, pasó 6 meses en Ámsterdam y le gustó mucho la experiencia, tanto que se quedó a vivir allí unos meses más. Yo siempre he querido hacer algo así pero nunca me vi capaz. Hasta que en el 2010 comencé a planteármelo, pero la vida a veces te lleva por otros derroteros y al final pierdes la ocasión.

Hace poco más de un año mi vida volvió a dar un giro inesperado que me dejó bastante perdida, así que empecé a buscar mi camino, a pensar qué quería hacer con mi vida, dónde hacerlo, pensé en estudiar, en cambiar de trabajo, en cambiar de ciudad... cambiar, necesitaba un gran cambio, pero ¿cuál?, ¿qué estudiar?, ¿dónde irme?, ¿qué trabajo buscar?, etc., todo eran dudas... hasta que recordé que podía hacer un SVE, me informé y  y comprobé que era "o ahora o nunca", porque es para jóvenes entre 18 y 30 años y yo tengo 29, así que ¡¡a por ello!!.

En abril (2014) me acerqué a la casa de la juventud de mi barrio a informarme bien y ellos me contaron cómo funcionaba todo, yo tenía que prepararme una carta de motivación (no tenía ni idea de qué era eso) y mi cv en inglés.
Cuando lo tuve preparado empecé a b
uscar proyectos en la base de datos como me habían explicado en la casa de la juventud, que iba a ser mi organización de envío. En un Servicio de Voluntariado Europeo hay 3 partes:

- El/la voluntario/a (tú/yo)
- La organización de envío (buscas una en tu ciudad o cerca)
- La organización de acogida (dónde vas a realizar tu servicio de voluntariado)

En la base de datos tú buscas las organizaciones de acogida según tus intereses, tienes filtros para buscar proyectos por: país, ciudad, temas (niños, medio ambiente, ancianos, personas con discapacidad, animales... hay para todos los gustos), etc.

Yo buscaba proyectos con niños en un país de habla inglesa porque aparte de la experiencia que es en sí un voluntariado, necesito para mi vida profesional y personal mejorar el inglés, así que empecé a buscar en todos los países de habla inglesa de la Unión Europea. Después fui reduciendo los filtros a sitios muy concretos dónde me pudiera resultar cómodo pasar un año de mi vida. Y al final terminé deseando solo un lugar... Malta. Porque para mi el clima, el ambiente y la forma de ser de la gente me parecen muy importantes para hacer de un lugar desconocido mi casa. Necesitaba sentirme en casa. E investigando vi que en Malta el clima es parecido a España, la gente y la vida también. Así que recuerdo los pocos proyectos que encontré en Malta, porque es un país muy pequeño, y escribí a todos, trabajaran con niños, con animales o con piedras.
Pero recuerdo perfectamente que uno especialmente me interesó, trabajaba con niños, con una filosofía interesante, buenos valores, trabajando a través del arte, la creatividad, el yoga, el cuidado del medio ambiente, el deporte, el cuidado de la salud... Les escribí en agosto.


En noviembre, cuando ya me estaba cansando de buscar (aunque en realidad no llevaba una búsqueda demasiado activa), me escribieron de este proyecto de Malta que trabaja con niños y que me había interesado tanto, el único que me contestó interesado (aunque meses después) y ¡¡jus
to el que más me llamó la atención!! quizás era mi destino...

Después de varios emails tuvimos la entrevista por Skype, ¡qué nervios! nunca había tenido una entrevista por Skype y era mi primera entrevista en inglés, pero fue mucho más sencillo de lo que pensaba y les gusté, así que ¡me cogieron!, me dijeron: "pon tu mente en Malta y te esperamos aquí en enero". Según colgué abracé a mi hermana que estaba allí y rompí a llorar de la emoción... de verdad necesitaba esto :).

En realidad yo iba a reemplazar a un voluntario español de otra ciudad que no se había adaptado. Entonces mi organización de envío tenía que ser la de aquel chico, en otra ciudad, incluso en otra comunidad autónoma... Esto ha sido un problema porque no les conozco ni ellos a mi, la comunicación no ha sido la adecuada y la cercanía y confianza que tenía con la casa de la juventud de mi ciudad me ha faltado. Pero no puede ser todo perfecto... Como hemos podido nos hemos ido apañando a distancia entre los 3 puntos (ambas organizaciones y yo).

El mes y medio entre la entrevista y mi vuelo, fue de concienciación, preparativos y despedidas. Según se acercaba el momento, más rara me sentía, a veces dudando de si iba a hacer lo que realmente quería. Por varios motivos: ¿estaré preparada para estar tan lejos, sola, con otro idioma, compartir pisos con desconocidos, adaptarme a otro país, vivir sin mi familia y amigos cerca...? taaaantos cambios y taaaan grandes...
Y lo "malo" es que la vida me acababa de poner al lado a una persona muy especial, quizá la persona perfecta para mi, quien puede ser mi compañero para siempre...
Esto me hizo replantearme mi decisión de irme, pero no quería cometer el mismo error de la vez anterior: 'no pensar en mi y en lo que necesito y dejarme llevar por los demás'.
Estos últimos años he comprobado que si no eres feliz contigo mismo no puedes serlo con nadie y no quiero que me vuelva a pasar.

Lo que no me esperaba es que esa persona me ofreciera la posibilidad de dejarlo todo para venirse conmigo... ¡increíble! Me salvó de tener que elegir... dejamos la continuación de nuestra preciosa historia que acaba de comenzar en manos del destino, de la vida, de la suerte... en fin, del futuro.

Según se acercaba el día empezaron a surgir problemas con los papeles, porque quedaban días para irme y ¡yo aun no había firmado nada! Mi organización de envío empezaba a mosquearse porque no recibía el Acuerdo de Actividades (el contrato) que la organización de acogida tenía que mandarnos. No teníamos tampoco la contraseña para darme de alta en el seguro... Y sin seguro no me dejaban empezar el proyecto... ¡Yo estaba de los nervios! Ya tenía el billete y tenía que irme o perdía la oportunidad. Fueron días muy tensos en los que veía que se desvanecía mi sueño cuando se estaba haciendo realidad :(.

Finalmente conseguimos apañarlo y el 7 de enero de 2015, tras haberme despedido de casi todo el mundo, a las 5 de la mañana estaba en el aeropuerto de Madrid, despidiéndome de mi familia con tristeza e ilusión, con incertidumbre y una extraña tranquilidad interior.
El momento más doloroso que era la despedida de mi chico y mi familia había sido superado con sorpresa, porque me sentí fuerte y positiva.

Las 2:30h del vuelo fueron para mi un viaje tanto externo como interno. Para mi todo esto es mucho más que una experiencia física, es una experiencia emocional que necesito vivir.

Empecé a sentir paz, la paz interior que llevaba meses ansiando. Horas antes temía mi llegada a Malta, lo intuía como una situación insegura, tenía muy claro que lo iba a pasar mal el primer día, la primera semana, iba a ser duro... o eso creía.

Fuera como fuera, yo ya había emprendido mi vuelo...






Adjunto un video que refleja bien el salto que necesitaba dar y que al fin estaba dando:
 



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