lunes, 26 de octubre de 2015

Dinero...


Es un tema del que no me gusta hablar pero últimamente me está trayendo muchos quebraderos de cabeza.
Y es que, el dinero que recibimos como voluntarios te da para vivir, pero para vivir muy justo.

Tienes 3 opciones:
- Ahorras todo lo posible antes de venir y puedes vivir a gusto durante todo el año, combinando el dinero que recibimos con tus ahorros.
- Te buscas un trabajillo de "estrangis", sé que no es correcto pero a veces es inevitable y muchos voluntarios lo hacen.
- Comes lo básico, sales lo justo y aprendes a apañarte con poco dinero (lo cuál, por otra parte es muy buen aprendizaje).

Los primeros meses me apañé bastante bien, seguí un consejo de dividirme los 240€ que recibía de los cheques en 4 sobres, uno para cada semana, es decir 60€ a la semana. Si al final de la semana había gastado menos de 60€ la siguiente semana tenía un poco más, o podía guardarlo para especiales ocasiones, y así sucesivamente.

Pero empezaron las visitas... cuando tienes visita tienes que salir a comer fuera, tomar algo, hacer actividades que cuestan dinero como ir a parques temáticos, visitar museos, coger ferry y autobuses, incluso dormir en hotel. Entonces en los 5 o 7 días que dura la visita gastas medio sueldo. Al final te encuentras con que a mitad de mes sólo te llega el dinero para comprar comida, y a veces ni eso.

Si además durante el año que dura el voluntariado quieres pegarte algún viaje a otros países cercanos o por el mismo país en el que estás, ¡el dinero vuela!. Yo no pretendía viajar pero ha sido imposible negarse a dos viajes que me surgieron muy baratos y románticos, a Italia (Florencia, Venecia y Bologna) y París.

Llega un momento en que los ahorros que traías, si no tienes otros ingresos, se terminan. Entonces tienes que contar cada euro que gastas para llegar a final de mes.

Esto tiene su parte buena, que es aprender a administrarse mejor, no gastar en cosas innecesarias, estirar el dinero como nunca hubieras imaginado y sobre todo, aunque esto ya lo venía haciendo toda mi vida, a valorar lo esencial, como por ejemplo la comida. No sabemos lo afortunados que somos de poder desayunar, comer y cenar cada día.

Pero su parte mala es que, como es mi caso, te puedes sentir un poco "fuera" del grupo. El resto de voluntarios, ya sea porque trabajan en algo más, reciben dinero de la familia, tenían más ahorros o simplemente no viajan ni tienen visitas, están continuamente haciendo planes juntos que requieren gastos que no me puedo permitir.

Creo que con mi hermano, que estuvo aquí la semana pasada, se acabaron mis visitas. Y mi chico vuelve a España la semana que viene. Lo que quiere decir que no tendré gastos extra, y espero volver a apañarme con el dinero que recibimos del proyecto, poder hacer algunos planes con los otros y sentirme poco a poco mejor con el grupo otra vez.

Pretendía escribir más últimamente y no perderme nada, aprovechar cada momento al máximo, pero con este tema ha sido complicado.

Ahora ya solo me quedan dos meses...

jueves, 1 de octubre de 2015

Ultimo trimestre...


Anoche tuve un sueño de los que te hacen despertarte más despierto de lo que lo haces normalmente, con una energía más activa.

Estaba en España recordando toda mi experiencia en Malta, viendo fotos y videos y sentía una nostalgia muy fuerte. "No hay recuerdo más triste que un recuerdo alegre". Sentía la profunda tristeza que deja la huella de una gran felicidad. Se que así me sentiré a mi vuelta, porque lo he experimentado años atrás con otras experiencias como mi voluntariado en Guatemala y mi viaje por México y Centroamérica con mis hermanas.

Cuando sientes esta adrenalina de estar viviendo de verdad, de hacer algo nuevo y tan valioso, donde cada momento es una lección de la que aprender y absorber como una esponja... y después vuelves a la vida real, sientes que tu vida da un frenazo en seco. Y vuelve a retomar el leeeeento y aburriiiiido ritmo que llevaba donde pasan días, semanas, incluso meses sin experimentar algo que te haga sentir vivo de verdad.

No me he despertado negativa aunque lo parezca, me tomo este sueño como un aviso, como un: "Eh tú! despierta!! que se te va el tiempo!!". Estas últimas semanas después del ajetreado verano he estado un poco "dormida".
He empezado a echar de menos Madrid, mi familia, mis amigos, mi vida allí. Es bonito y es necesario, sentir que es momento de volver y empezar a prepararme a mi misma.

Pero hoy me levantado pensado en el aquí y ahora y voy a darlo todo estos 3 últimos meses, tanto en el trabajo como en mi tiempo libre, no quiero llegar a España y tener a sensación de que podía haber dado más, de que me quedan conversaciones por tener, sitios que conocer, ideas que aportar, etc.

CARPE DIEM