Visitas y más visitas

Después de mi padre, he tenido bastantes visitas. Amigos, mi chico (para quedarse), compañeras de mi anterior trabajo y familia.

Recuerdo cuando en mis últimas semanas en Madrid, cuando me despedía de todo el mundo les decía: "Tenéis que venir a verme". Y eso han hecho claro :). Yo me alegro mucho de verles a todos aquí. Me encanta que vengan a verme, me gusta saber que mi decisión de venirme aquí también ha servido para empujar a un montón de gente a conocer Malta y viajar.

El problema es que están siendo demasiado seguidas para mi gusto, porque no se valoran igual y al final no tengo la misma energía para todas ellas. 
A cada persona que viene le llevo prácticamente a los mismos sitios porque son los más turísticos o mis lugares favoritos de Malta. Aunque siempre cambio algunos destinos dependiendo de la persona, porque Malta aunque es pequeña, tiene rincones y actividades para todos los gustos. 

También supone comer fuera, salir a tomar algo, viajar y gastar más dinero. Y con mis 240€ que gano mensualmente, no llego a final de mes.
Además en verano teníamos más trabajo y tener que aprovechar las tardes después de trabajar para verlo todo y pasar tiempo con la gente que viene al final resulta agotador.
No solo por mis visitas, también por las visitas de los demás voluntarios. Claro todos queremos traer gente, y al final supone tener siempre la casa llena de gente, se descansa menos, se ensucia más, es un jaleo.

Pero lo he pasado genial con cada una de ellas, en especial con mi hermana Isa (y Karol de nuevo, vinieron juntas) que llevaba 7 meses sin verla y la echaba de menos. Fue muy bonito verla tan feliz aquí, disfrutar de Malta que le ha encantado y volver a estar juntas, que estamos muy unidas las 3 hermanas. Le dimos una sorpresa y la llevamos a una "Boat Party" por su cumpleaños, lloró y todo de emoción, ¡qué mona!. Tenía ganas de probar una fiesta en barco que aquí se llevan mucho y qué mejor momento que con mi hermanita querida.

Me siento muy feliz compartiendo toda esta experiencia con mi gente, en especial con mi familia, que están (estamos) siempre tan justos de dinero y no salen mucho de España. Mi padre y mi hermana mayor son las visitas que más he visto disfrutar y por supuesto a los que más echo de menos y necesito ver. En 10 días viene mi madre, eso si que será especial, ella nunca ha viajado sola, va a ser toda una experienciaca para ella. Espero que no se ponga nerviosa en el vuelo. Luego la mimaremos aquí todo lo que se merece, tengo tantas ganas de achucharla...

Y hace más de un mes mi chico se vino para acá. Me acuerdo cuando al poco de enterarme de que me venía a hacer el SVE, me dijo en el coche: "me voy a ir contigo, lo he decidido". Hacía uno o dos meses que nos habíamos conocido y me estaba diciendo que iba a dejar su trabajo fijo y todo por venirse conmigo, era muy arriesgado porque solo estábamos empezando y no sabíamos cómo nos iba a ir. Sentí mucha emoción y vértigo, por cómo nos iría como pareja y por cómo repercutiría eso en mi experiencia, que yo llevaba tanto tiempo buscando y no quería estropear, porque de verdad necesitaba irme sola a experimentar sobre todo a mi misma. 
Pasamos 6 meses separados, aunque nos vimos dos veces, aquí y en Italia. Lo llevamos bastante bien, mucho mejor de lo que pensaba. Encontrarle piso ha resultado más complicado de lo que parecía. Al final encontramos un piso nuevo que está estrenando él, en un pueblito que no tiene nada, pero que está a 20 minutos en bus directo de mi casa y lo más importante, se lo alquilan por 3-4 meses que es el tiempo que piensa estar aquí. Nos vemos los findes y a veces entre semana, así tengo tiempo para trabajar y no cambiar mi ritmo de vida aquí, que es lo que me temía. Y se ha involucrado bien en mi grupo de amigos aquí, ya es uno más. Así que genial, espero que esta experiencia también le venga muy bien a él, no sólo por estar juntos.

Se puede decir que soy privilegiada, soy la única voluntaria que se ha traído a su hermana al proyecto, a trabajar y vivir conmigo (aunque esto también tiene sus contras) y tengo aquí a mi novio. No estoy "sola" como los otros, esto es muy bonito y estoy muy agradecida, aunque a veces me pregunto si hubiera sido mejor seguir sola, como los demás, cómo buscaba.

Sea como sea, está siendo una experiencia maravillosa que no quiero que termine, y que se que echaré mucho de menos cuando vuelva a mi vida en España.

De momento, a seguir viviendo y compartiendo :)